Cambia tus prioridades: cuando pienses en la diversidad y la inclusión no consideres solo el género, la raza y la sexualidad. Ten en cuenta también la discapacidad. La discapacidad se relaciona con todas las áreas de la diversidad y, en algún momento, influirá en la mayoría de las personas.
Habla directamente con las personas con discapacidad. No pienses que no pueden hablar por sí mismas.
Sigue y comparte: ponte en contacto con las redes sociales de NosotrasEl15 y otras organizaciones de derechos de personas con discapacidad para comprender y hablar sobre la situación.
Recuerda que algunas deficiencias no son visibles.
Habla con tus hijos sobre discapacidad. Enseña sobre los derechos de las personas con discapacidad en las escuelas.
Celebra las diferencias y sé consciente de que las personas con discapacidad también son seres humanos, iguales en dignidad y derechos.
Evita el lenguaje estigmatizante (por ejemplo, persona discapacitada, persona confinada a una silla de ruedas) o el uso de palabras desconsideradas (por ejemplo, cojo, loco, persona con trastorno obsesivo compulsivo).
Respeta las sillas de ruedas porque son una extensión de las personas. No te apoyes en ellas ni las toques sin antes preguntar si está bien hacerlo.